Aurten bereziak izan dira santamasak, guztiz,eta datorren urtekoei begira geratu gara, onbidean barrena egingo dugulakoan. Baina atzera begirako apuntetxo bat ekarri nahi dut gaur, 1890ekoei buruz. Aspaldi idatzi nuen urte hartako jaietaz, baina oraingoan Miguel Madinabeitiaren idazki bat berreskuratu dut, urte hartan berak “El Noticiero Bilbaíno” egunkarian argitaratu zuena, 1890eko abenduaren 31an:
“Hace
nueve años probé con documentos auténticos la antigüedad de las ferias de este
pueblo y su decadencia actual como ferias, si bien consideradas como romería se
hallan en su apogeo, porque no se puede negar que la concurrencia de gente,
en particular el segundo día, es cada vez mayor. A los tenderos que de
fuera vienen a ejercer diversas industrias se les oye decir: “Ya no vuelvo otro
año porque no saco para los gastos” Y sin embargo vuelven todos los años,
excepción hecha de un expositor de panoramas que desde tiempos atrás acude a mi
amistad para que le consiga la cochera donde instalar su industria (1)… Omito los detalles que me faltaban sobre ferias, para
ocuparme de otro asunto que ha causado en mi ánimo desfavorable impresión.
Este año se ha suprimido la misa
de gallo; por Semana Santa se suprimieron los oficios o maitines conocidos por
tinieblas, después que tenemos un Monumento que pueblos de mayor importancia no
lo tienen. Tanta supresión en tan corto espacio de tiempo me parece demasiada
ración para tragarla en silencio. No hay para qué dudar los comentarios
ventajosos que se harán en otros pueblos de nuestra conducta, de antes bastante
maltratada, sin embargo de que dentro de la iglesia de Mondragón no se han
cometido todavía los escándalos y sacrilegios de otras partes.
Los mondragoneses somos de
carácter áspero y bullanguero, como habituados a luchar con el hierro toda la
vida, por más que dentro de esa apariencia se oculte un pecho generoso. Somos
los descendientes de aquel herrero que, teniendo delante al rey de España a ver forjar un mosquete, le agarró de la
mano, dando ocasión a que los guardias se abalanzaran sobre él, creyendo se
trataba de una irreverencia a la real persona, hasta que Felipe III les dijo
bondadosamente: “Dejad, que yo estimo esa mano”
Madinabeitiak bere
herritartasunaren lagintxo bat utzi digu aurreko lerroaldean eta datozenean ere
gauza bera egingo du. Madinabeitia liberal eta katolikoaren gogoa igartzen da
idazkian:
“El cerrajero mondragonés sabe cantar,
bailar,
jugar, requebrar y no será el último en motejar al forastero con quien
luego ha de gastar el último céntimo, pero el cerrajero mondragonés sabe estar
y está como es debido en la iglesia. Habrá algún miserable que se propase y a
ése castígasele, pues para eso están la justicia y sus agentes. Si el cerrajero
de Mondragón tuviere la mitad de la cultura del artista de Eibar, se podría
hacer de él un excelente sujeto y lástima es que así no suceda, teniendo como
siempre hemos tenido, escuelas bien montadas y retribuidas.
Parrokiako pulpitua XIX.eko amaieran |
También el día 24 de este mes se
ha suprimido aquí una costumbre secular caballeresca, que era el reflejo de
nuestra pasada grandeza. Conste que yo no censuro, ni ataco, ni nombro a nadie
por estas novedades. Hago uso del único derecho que como natural y vecino de
este pueblo me queda, que es el de sentir; repitiendo lo que he dicho más de
una vez: lo que se busca es acabar con la tradición”
SANTAMASETAKO JAIEI BURUZ GEHIAGO:
Argazkiak: Mendia bilduma eta JMVM
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