iraila 23, 2015

ARAMAIOKO ERRUKI-KUTXA, 1609an



Erruki-Kutxak (Arcas de Misericordia) XV. mendeko inbentoa dira eta funtsean baserritar behartsuei nolabaiteko laguntza eskaintzea zuten helburu nagusia. Normalean garitan neurtzen zen kutxaren balio eta kapazitatea. Haien mantenurako ezinbesteko ogia egiteko edota soroetan hazi bezala erabiltzeko banatzen zen garia. Kutxak baserri-gizartean XX. mendera arte egon dira indarrean eta, esan daiteke, oso ondo bete zuten euren xedea. Araban oso erabiliak izan ziren.

Gehienetan pobreei emandako laguntzak ez zuen interesik gehitzen eta jasotakoa bakarrik itzultzen zen, eta ez kasu guztietan gainera. Modu horretan gari kopurua bere neurrian irauten zuen, nahiz eta sarritan hondoa jotzen zuen, gure baserrietako pobrezia kronikoa zela eta.

Erruki-kutxak gizarte zibiletik sortzen ziren, haien kudeaketa askotan eliz gizonen eskuetan jartzen zen arren. Bizilagunen uztetako ekarpenarekin betetzen zen kutxa eta horrela edozein sendik eduki zezakeen laguntzarako eskubidea, kutxaren arautegian kontrakoa jarri ezik. Horrela, familia buruaren gaixotasunarengatik edota ezbeharren bat tarteko kutxatik lagun zekiokeen produktuarekin. Eta esan dudan moduan, gehienetan kutxa gariz betetzen zen. 

Aramaion ere hala gertatu zen eta bada dokumentu bat, 1609koa, erruki-kutxa baten sortze eta arautzea adierazten diguna. Aramaiokoaren kasuan, kutxa herritar partikular batzuen ekimenez sortu zen eta esklusiboki pobreentzat ari zitekeen. Ikus dezagun nola gauzatu zen Aramaioko Erruki-Kutxa: 

“Libro de la Arca de Misericordia, puesta por los vecinos del lugar de Ibarra. Ordenanza de los vecinos de Ibarra para la distribución de los trigos de la arca de misericordia y nombramiento de mayordomos de la dicha arca. 1609. 

En el lugar de Ibarra que es en el Valle de Aramayona, a once días del mes de noviembre de mil y seiscientos y nueve años, en presencia de mí, Joan  de Mendiola, escribano del Rey nuestro señor y del juzgado del dicho lugar… por su señoría del Conde de Aramayona y de los testigos y uso escritos. 

Parecieron presentes don Gonzalo de Muxica, Joan Beltrán de de Olibarri, teniente de alcalde ordinario, y Felipe de Sarasaga, alcalde de la santa hermandad, Juan de Arangutia, Juan de Cortazar, Gaspar de Amezua, Joan de Arrieta, Martín de Amezua, Joan de Machain, Miguel de Machain y otros vecinos del dicho lugar de Ibarra. 

Y dijeron que por cuanto de muchos años a esta parte el burullo de la dehesa de Solarea que es de los dichos vecinos de Ibarra se había consumido sin que sus dueños tuviesen provecho de consideración, por ser los dichos vecinos muchos y el dicho monte tenue.
 


Lo cual visto que en este pueblo de Ibarra no hay ningún socorro para los pobres han acordado que el burullo del dicho monte se vendiese en pública almoneda y que su precio se emplease en un arca de misericordia para socorro de los dichos pobres del dicho lugar y así y desde dicho día se había puesto en remate la dicha dehesa y burullo en la puerta de la iglesia de San Martín de Zalgo, poniendo la candela encendida para ello,y se había  rematado el dicho burullo de la dicha dehesa, en Domingo de Amezua, menor en días, vecino del dicho Valle y ante iglesia de san Martín de Zalgo, en veinte y seis fanegas de trigo de la dicha tierra seco y limpio y bueno, para el día de Navidad próximo del presente año, entregado en poder de los depositarios que abajo serán declarados y nombrados. Y las condiciones y capítulos que ordenaron son los siguientes: 

Primeramente, que el dicho trigo y provecho que de ello se redundare perpetuamente esté para socorro de los dichos pobres de este lugar en la arca de depósito que para ello será puesto por los depositarios de ellos. 

Ytem.  Nombraron por tales depositarios y repartidores del dicho trigo y de todo lo arriba referido del dicho pueblo de Ibarra en la dicha portada, estando juntos y de una conformidad unánimes, y acordaron que se diesen por los arriba referidos capítulos y ordenanzas, y así de una conformidad nombraron por tales depositarios a los mayordomos de las iglesias  de San Sebastián de este lugar de Ibarra y del hospital de dicho pueblo de Ibarra, y el regidor que fuere de dicho lugar, y cada uno de ellos tenga su llave de la arca del dicho trigo.
Ytem La dicha arca donde así estuviese el dicho trigo haya de estar en la dicha iglesia del dicho San Sebastián o donde el dicho pueblo y sus mayordomos ordenaren y fuesen de parecer. 

Ytem. Los dichos depositarios y mayordomos hayan de repartir y repartan el dicho trigo entre los pobres del dicho lugar prefiriendo los parcioneros de la dicha dehesa, sin ningún apremio con que den prendas valiosas de lo que recibiesen, y de que por agosto volverán en el mismo trigo que recibieron o en otro mejor. Y si alguna cosa los tales pobres diesen de su voluntad y gracia, que lo tal sea para aumento del dicho trigo de la misericordia, y se asiente en el libro y se ponga en claro lo que se aumentase, de manera que dicho trigo siempre esté en pie y vaya en aumento, a voluntad de los que recibieren por el tiempo de su necesidad, al tiempo que vuelvan y volviesen, por agosto, con dinero o trigo. 

Y con estas condiciones … dijeron que se desapoderaban de valer de dicha dehesa y querían que para siempre jamás se encerrasen dichas veinte y seis fanegas de trigo en la arca por los dichos mayordomos de la dicha iglesia de San Sebastián y hospital y regidor  del dicho lugar de Ibarra, y que ellos dispusiesen y partiesen en tiempos de necesidad, con prendas y debajo de ellas

Los que al presente eran y serían delante, diesen cuenta de manera que no fuese en disminución el dicho trigo, sino en aumento y que lo que en contrario de esto se hiciere sea por cuenta de los dichos mayordomos. Y para que surta efecto dieron poder a los dichos mayordomos para que cobren y reciban a su poder las dichas veinte y seis fanegas de trigo de del precio y valor de la dicha dehesa"   

Anega batek 55´62 kilo zituen. Beraz, Aramaioko Kutxak, tonelada bat eta erdi inguru gari gordetzen zuen bere barruan. Erruki-Kutxaren liburuan irakur daitekeenez, aurreneko hamar urteetan gari kopuruak gora egin zuen, 30 anega edukitzeraino. Eta 1664an kutxaren edukia 111 anegataraino heldu zen. Gorantz zihoazen, beraz, kutxaren sortzaileen esku zabaltasuna, baina baita pobreziaren maila ere.

 Argazkiak: Kutxak (Euskomedia)












 

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