Aurrekoan Arrasateko Sola sendiak Kuban zeukan adarraren berri eman nuen. Gaurkoan solatarren Kubako
negozioen hedapenarekin segituko dut, azaletik bada ere.
Sola sendiak Arrasaten
XX.ean utzitako arrastoaren jatorria Kuban mende bat lehenago lortutako
dirutzan kokatu behar da. Eta saga osoaren ordezkari zentrala Arrasaten
1812an jaiotako Francisco Sola Nanclares dugu. Ikus dezagun istorio honen
bigarren zatia.
Solatarren – batez ere, aipatutako Francisco Sola Nanclaresen- Kubako abentura eta negozioei buruzko datu interesgarria aurkitu dut Universitat Pompeu Fabrako Martín Rodrigo y Alharilla irakaslearen “Empresarios en la distancia: con el negocio en Cuba y la vivienda en Cataluña(1830-1880) deritzan lanean. Bertan, besteak beste, honako hau irakur daiteke:
Solatarren – batez ere, aipatutako Francisco Sola Nanclaresen- Kubako abentura eta negozioei buruzko datu interesgarria aurkitu dut Universitat Pompeu Fabrako Martín Rodrigo y Alharilla irakaslearen “Empresarios en la distancia: con el negocio en Cuba y la vivienda en Cataluña(1830-1880) deritzan lanean. Bertan, besteak beste, honako hau irakur daiteke:
Kubako azukre ingenioa |
“Hacía años que Francisco de Sola
Nanclares se había instalado en Barcelona. Este vizcaíno (sic) fomentó, en 1845, el ingenio Cieneguita, en el partido de Yaguaramas
(Cienfuegos), una finca de 1.375 hectáreas con una dotación que, en 1877,
era de 80 esclavos y 20 coolíes chinos
además de 50 hombres «alquilados y libres». Al instalarse en España dejó a
su hijo, Fermín de Sola Iradi, al frente de la finca, en Cienfuegos, mientras
él, en Barcelona, recibía cómodamente parte de los rendimientos que ésta
producía”
Martín
Rodrigo y Alharillak berak, beste ikerketa lan batean – “Los amargos beneficios del
dulce. Azúcar, Cuba y deuda ecológica” (Anuario Estudios Americanos.
Enero-junio 2006)- honakoa idatzi zuen:
“Francisco de Sola Nanclares. Abogado de formación,
ejerció su profesión en Cienfuegos. Al constituirse, en julio de 1841, el
primer Colegio de Abogados de Cienfuegos y Santa Clara, Sola ostentó el cargo
de Segundo Diputado del mismo. En Cienfuegos pudo asimismo ahorrar el capital
suficiente con el que comprar, en diciembre de 1845, un ingenio en el partido
de Yaguaramas (cercano a la finca Simpatía, de los Goytisolo) al que denominó
Cieneguita y que llegaría a sumar más de 1.300 hectáreas de terreno. Francisco
de Sola llegaría además a desarrollar una intensa vida pública en la isla. Alcalde
ordinario de Cienfuegos en diferentes años, como en 1859 y en 1864, Sola actuó
como portavoz y como candidato frustrado de los sectores más integristas de
Cienfuegos en las elecciones a la Junta de Información de 1866”
Pompeu i Fabra
Unibertsitateko Martín Rodrigo irakasleak “Los Goytisolo. De hacendados en Cienfuegos a
inversores en Barcelona. Revista de Historia Industrial. nº 23-2003”
aldizkarian idatzi zuen:
Azukre ingenioa Kuban |
“Una de las familias de Barcelona con una relación
más estrecha con los Goytisolo era la de Francisco Sola. No en vano, el día de
año nuevo de 1876, Estanisláa Goytisolo y sus hijos acudieron a comer a la
residencia de los Sola, y éstos les devolvieron la visita para la Epifanía.
Tres años antes, en enero de 1873, Agustín Goytisolo había otorgado poderes en
favor de Francisco Sola para que, en su ausencia, administrase sus bienes en
Barcelona; además, el propio Francisco se había encargado de vigilar la educación
del pequeño Antonio Goytisolo Digat, antes de que sus padres se estableciesen
en Cataluña. Es harto probable que Francisco Sola fuese el propietario del
ingenio Cieneguita, una finca de 90 caballerías –con una dotación que en 1877
alcanzaba los 80 esclavos y 20 culíes chinos más 50 alquilados y
libres–
sita en el partido de Yaguaramas, también en la jurisdicción de Cienfuegos.
Respecto a esa finca, Fabián Goytisolo anunciaba a su hermano en marzo de 1882:
«Te
daré también la noticia de que el Ingenio Cieneguita de Dn. Francisco de
Sola pone tacho»; o sea, que su propietario había decidido invertir en
su hacienda, hasta conseguir transformarla en un moderno central azucarero, a
pesar de que hacía más de 12 años que residía lejos de la isla.
Una de las compañías de Nueva York que mantenían una
estrecha relación comercial tanto con Campo, Plana y Cía como, directamente,
con los Goytisolo era la de Sola Brothers, participada al parecer por
los hermanos Francisco Fabián (residente en Nueva York) y Leopoldo (vecino de
La Habana) Sola e Iradi, hijos ambos de Francisco Sola; y primos, posiblemente,
de Miguel Plana Iradi (el primer yerno de Agustín Goytisolo). Años después,
cuando –tras el fallecimiento del viejo Agustín– la familia Goytisolo se vio
obligada a constituir una compañía para gestionar sus haciendas en Cuba, la
sociedad Ferrocarriles y Centrales reunidos de San Agustín y
Lequeitio, el abogado habanero y político autonomista
Leopoldo Sola Iradi fue el único miembro del Consejo de Administración que no
formaba parte de la familia Goytisolo…”
Sola etxea eta terrenoak, 1942an |
Sola-Iradi sendiak bere adarrak hedatu zituen Kubako gizartean,
negozioetan, administrazio publikoan eta lanbide liberaletan. Agian ospetsuena José Sixto de Sola Bobadilla (1888- 1916) izan
zen, kazetari eta legegizona, errepublikazale kubatar amorratua, “Cuba
Contemporánea” aldizkariaren sortzailea.
Leopoldo Sola Iradiren semea zen;
beraz, Francisco Sola Nanclaresen biloba. Jose Sixto, zortzi urterekin,
Arrasatera ekarri zuten (1) aitona-amonaren etxera – ordurako aitona hila zen- berezko bere osasun makaletik Europako
medikuekin suspertuko ote zen esperantzan.
Gauza jakina da Arrasateko San Juan
auzoari “Sola” deituraz ere ezagutu diogula, XX. mendearen laugarren hamarkadan
terreno horietan etxadi berria eraikitzea erabaki zenetik. Solatarrena zen lur
saila eta bertan jasotako etxe-jauregia. Horren guztiaren jatorrian Francisco
Sola Nanclaresi zegoen. Arrasateko pertsonaia hau Bartzelonan hil zen, 1890ean,
77 urterekin. Horren heriotzaren ostean Arrasateko ondasunak Eugenio Gorosabel
suhiari pasatu ziren.
Argazkiak: JMVM, Carmelo Letona, Jose Mari Uranga, wikipedia
(1) “Cuba Contemporánea. Año IV. Tomo X. Habana, marzo
1916. Nº 3 AÑO IV Tomo X. Habana, marzo de 1916. Núm. 3. Carlos Velasco.
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