otsaila 06, 2021

FELIX ARANO ARRASATEN (1902-1927) Maisu eragilea (2tik lehena)


Atal batzuk eskaini nahi dizkiot txoko honetan XX. mendeko Arrasateren garapen integralean zerikusi handia izan zuen maisuari. Eta hori zein izan zen jakin badakigu: Felix Arano. Noski, nik idatzitakoa bakarrik bilduko dut, Aranori buruz gehiago eta zabal idatzi baita, eta nire asmoa “Hots begi danbolina” blogean sail bat irekitzea da, besterik gabe, nire ekarpenekin. Batzuk dagoeneko argitaratuta daude eta beste zenbaitzuk atalez emango ditut.

 

FELIX ARANO ARRASATEN (1902-1927)

PEDRO VITERI ETA BERE EKARPENA GOGORATUZ

LEHEN BALANTZEA. 1903

FELIX ARANO. MAISU ERAGILEA (2tik lehena)

FELIX ARANO. MAISU ERAGILEA (2tik bigarrena)

ARABAKO MAISUAK ARANORENGANA

ARANO MAISUARI OMENALDIA. 1925 

ARANO ARRRASATEKO SEMEKOTZAT. 1925

FELIX ARANOREN HERIOTZA. 1929

TERESA GARCIA MAISTRA GOGORATUZ

====..====

Felix Arano bere ikasleekin, 1905 inguruan
Txoko honetan lehenago ere idatzi dut Felix Arano maisuaz. Oraingoan beste ekarpen bat dakart, Arrasaten XX.aren lehen herenean eragin izugarria izan zuen gizon haren gain. Alejandro Gali pedagogoak “Bidai bat Euskal Herrira” titulupeko artikulua idatzi zuen 1918ko apirilean katalaneraz Bartzelonako Quaderns d'estudi aldizkarian. “Euskalerria” aldizkariak gaztelerara itzuli zuen 1918an bertan, urteko bigarren zenbakian.
 
 Interesgarria iuditzen zait deskribapena, garaiko Arrasateko gizartearen gaineko argazki bat ere eskaintzen baitu. Hona hemen Arrasateri dagokion zatia: 
 
GUIPÚZCOA.—D. FÉLIX ARANO Y SU ESCUELA EN MONDRAGÓN: UNA ESTRELLA DE PRIMERA MAGNITUD IGNORADA EN EL RESTO DE ESPAÑA.
Para ir a Mondragón hay que situarse en San Sebastián o Bilbao, tomar el tren que une ambas ciudades y bajar a Málzaga para empalmar con la línea que va a Zumárraga. Se baja en breve en Vergara donde se toma un auto que en pocas horas le traslada a Mondragón, población especialmente célebre por su fabricación de cerrajería y otras ferreterías menudas. Además es conocido Mondragón en todo el país vasco—incluso Navarra—por su fundación escolar Viteri, filántropo vasco, constructor de escuelas; y por el maestro de la fundación don Félix Arano, que se ha significado hace ya años en la enseñanza perfecta del cálculo mental y de toda la aritmética primaria. 
 
El edificio fundación Viteri no se aparta apenas del tipo de construcción escolar concebido hace veinte años y que aun sigue construyéndose en general. Una antesala central y dos grandes aulas, una a cada lado(para niños y niñas), altas de cuatro a cinco metros y con ventanas a dos metros y medio del suelo. 
 
Al entrar en la sección de niños D. Félix Arano, correctísimo, no tarda en ofrecer una pequeña sesión de prácticas de cálculo con sus alumnos. Tiene D. Félix Arano ciento cuatro niños matriculados, de los que no faltan a clase arriba de un cinco por ciento. Están colocados los ciento y tantos niños en cuatro filas de bancos bipersonales, esperando con el mayor silencio las palabras del profesor. Oscila la edad de estos alumnos entre los ocho y doce años que prescribe el reglamento de la fundación. D. Félix Arano señala indistintamente un grupo de seis o siete niños, entre grandes y pequeños, los que cuidan de los de ocho años ingresados últimamente y que no llevan más de cuatro o cinco meses en la escuela. Los ejercicios que se les proponen no tienen nada de extraordinario. Puede ser que no haya maestro medianamente trabajador e inteligente que no los haya practicado en su escuela. 
El método aritmético tampoco tiene nada de
nuevo: el encadenamiento de operaciones y las

demostraciones que practica, son asimismo los usuales en los compendios más acreditados de nuestras escuelas. Hélos aquí: ejercicios mentales de múltiplos y submúltiplos, multiplicaciones y divisiones con números superiores a 10 (D.Félix Arano hace ejercitar hasta el 30), potencias, extracción de raíces, números primos y descomposición en números primos, tanto por ciento y regla de tres en general, con las oportunas aplicaciones a los casos prácticos de la vida. 

Pero todas estas operaciones se realizan mentalmente por los alumnos con la mayor exactitud y rapidez, podríamos decir que netamente; y no usando procedimientos mnemotécnicos, sino los usuales de estenoritmia, empleados a base de un conocimiento preciso de las combinaciones numéricas y por tanto con una seguridad impecable. Hemos creído ver en el maestro cierto prurito por esquivar los procedimientos mnemotécnicos y en cambio hemos creído observar en el semblante de los alumnos el juego combinado de los números que se equilibran por efecto de un resultado.

 No vamos a maravillarnos de que pueda llegarse normalmente a tales prodigios de cálculo mental, aunque como opinión particular, consideramos verdaderamente notable el caso de Mondragón. Es cosa sabida que fuera de aquí se emplea ese procedimiento, habiéndose llegado a obtener resultados positivos. 

Lo que nos interesa es hacer constar el caso de D. Félix Arano y darle el debido relieve, para contrapesarlo con el abuso de los métodos objetivos en la enseñanza de las matemáticas. Indudablemente se trata de un hecho que no cabe despreciar, que procede estudiar a fondo, apurando del todo la materia, aunque quizá cabría un mayor reposo en las conclusiones metodológicas. 

En nuestra rápida visita a Mondragón y en la sesión con que nos ha obsequiado D. Félix Arano, hemos creído observar lo siguiente: que sin cansancio físico ni moral, sin amputaciones del espíritu y utilizando como norma procedimientos intelectuales, se puede conseguir que niños de ocho años dominen los nombres ad hoc en una clase de ciento cuatro alumnos. 

D.Félix Arano afirma que en su clase las faltas de asistencia no pasan de un cinco por ciento. Llegamos nosotros, sin previo aviso, en un día de invierno y las mesas aparecían completamente ocupadas. No debe haber, pues,

Alejandro Gali
bajas por enfermedades en esta escuela, y en cuanto a bajas por pereza o disgusto, cuenta D. Félix Arano con orgullo, que alumnos que residen a una distancia de cinco kilómetros, si, por ejemplo, tienen alguna ocupación inexcusable por la mañana, se presentan a primera hora en la escuela, haciendo para ello sus cinco kilómetros de ida y cinco de vuelta, nada más que para presentar su trabajo, recoger los nuevos temas y ofrecer las oportunas excusas.
 
 
En cuanto al peligro de atrofia con respecto a otras aptitudes mentales a causa del cálculo obligado, D. Félix Arano sostiene con toda energía que, gracias a las disciplinas aritméticas, sus alumnos están avezados en un método rigurosísimo de examen y reflexión en todo género de materias, mostrándose intransigentes en todo lo que se les muestra a medias o de un modo poco evidente, de donde se deduce una gran facilidad para las disciplinas escolares. Además, y en otro orden de consideraciones, el profesor citado se complace en referir que los pájaros entran libremente en su aula por las ventanas y hacen sus nidos, sin que nadie les moleste; en mostrar los cuadernos de ejercicios usuales de los niños, correctísimos y pulquérrimos, y en recordar el gran número de abstencionistas que han salido de entre sus alumnos en una población como Mondragón, atacada, por desgracia, por el alcoholismo.
 
 Por otra parte hemos podido comprobar una inusitada corrección en los ciento y tantos alumnos durante la larga sesión, sin que hayamos descubierto para ello la férula que en una u otra forma suele aparecer ordinariamente con excesiva prodigalidad. Al tratar de este caso de Mondragón hemos tenido especial cuidado en relatar los hechos observados sin indagaciones ni comentarios, no precisamente por dejar libre el espíritu del lector a los impulsos de su propio interés, sino por algo más especial: porque lo más interesante en realidad es que todo lo que venimos relatando se ha desenvuelto ante nuestros propios ojos.  
Teoría, método, orientación, criterio, procedimiento, son cosas que estorban sobradamente en el momento de educación. D. Félix Arano trabaja y llega allá donde desea y no aspira a nada más. Para tranquilidad propia ante semejante caso, hemos podido cerciorarnos de que el maestro trabaja honradamente, que no explota al niño, que no hace uso de ningún ardid, que pone en su labor su corazón, sus sentidos, su vida toda y que se siente feliz. Toda la serie de teorías, principios y criterios podemos buscar si queremos con absoluta libertad.
 
  Los hechos son patentísimos, abiertos y francos y no dejan lugar a torcidas y aviesas suposiciones. Satisface ciertamente el hecho, pero es aún mayor la satisfacción al considerar que un hombre así hayamos encontrado en España. Porque la satisfacción no estriba únicamente en que ese hombre exista, habrá quizá otros muchos, sino en que lo hayamos encontrado; porque lo más doloroso hubiera sido que un hombre trabajador como D. Félix Arano pudiera morir ignorado en su pueblo, desapareciendo con él su obra admirable. Es decir, no precisamente que desaparezca en su pueblo, porque no nos referimos a la deuda de perpetuación, sino del trabajo realizado en su pueblo, de que ese trabajo sea un esfuerzo perdido, de que no haya habido medio de relación, de que no haya habido un canal para hacer circular este valor conquistado y hacerlo llegar a todas partes en concepto de riqueza, de papel moneda cultural que sirva para todos y a todos enriquezca y contribuya como alzaprima a la elevación general de la patria”


Argazkiak: Carmelo Letona, Wikipedia

iruzkinik ez:

Argitaratu iruzkina