Aramaioko mendi
eta basoak toki aproposa izan dira historikoki lapurrentzat. Baserritarrek
hamaika eraso eta kalte handia jasan dute norberarena ez denaren zaleen aldetik,
batez ere ganaduaren kontrako ekintzetan. Arabako hiriburutik eta, beraz,
zaintza taldeetatik urruti, ebasleek lasai asko ihardun zezaketelarik delituan
harrapatuko zituzten beldurrik gabe. Aramaioko ibarrak ere, udalak, ezer gutxi
eskain zezakeen alde horretatik hain eremu geografiko handikoa izanik, eta
lapurreten salakuntzak ugari izaten ziren, kaltegileak atzemateko agintarien
ezgaitasuna ezaguna zen arren.
XIX. mendean
Arabako Aldundiak zirkular bat atera zuen lapurretak zirela eta. Ondokoa haren
transkripzioa da, 1825eko ekainaren 1.nean argitaratua:
“No
puedo mirar con indiferencia la apatía de los Alcaldes y Regidores pedáneos en
la observancia de las saludables disposiciones de este establecimiento. Por un
abuso y condescendencia punible están los Pueblos y Montes de esta M.N. y M.L
Proivincia llenos de personas forasteras incógnitas, que con el título de
criados, pordioseros, carboneros o tenderos lo infestan, y son causa de los
muchos robos que de algún tiempo a esta parte se experimentan sin poder dar
alcance a sus autores a pesar de mi celo y vigilancia”
Sarrerari
ezin dakioke egile sinatzailearen harrokeria puntu bat uka. Valentin Verastegui
zen idazkiaren sortzailea, hain zuzen ere Arabako Diputatu Nagusia. Lehen ere idatzi dut pertsonaia horretaz. Gaurko idazkia Gasteizko jauregitik bidali
bazuen ere, Verasteguik handik zenbait urtetara Aramaiora aldatu zuen egoitza, karlistekin lerrrokatu baizen eta Aramaion kokatu zuen bere aginte
tokia, Diputatu Nagusi bezala ere. Baina jarrai dezadan 1825eko idazkiarekin:
“Altuve,
Aramaiona, Barambio, Arlavan y las inmediaciones de esta Ciudad son buenos
testigos de esta verdad, y también que los facinerosos y criminales corren a
rienda suelta por los montes y poblados, atemorizando y causando daños
transcendentales a los transeúntes y pacíficos vecinos, porque las Justicias no
tienen noticia de las personas domiciliadas en su Jurisdicción, y los amos
conscientes o, acaso, cubren los hechos de sus criados, por el interés
particular que perciben con tenerlos.. La policía que ha procurado corregir
estos vicios para conseguir el fin de su instituto, se ve en la precisión de
mandar que en todo mi distrito se observen a la letra las siguientes disposiciones:
1.-
Ninguna persona de cualquier clase ni condición que sea, podrá tomar domicilio
ni mudar de casa en la Provincia de Álava, como cabeza de familia, sin que esté
autorizado por la Policía para hacerlo, y en este caso se tendrá presente a la orden que en 6 de abril último circuló la Diputación a los alcaldes,
ayuntamientos y procuradores de las Hermandades de que se compone la Provincia
sobre este asunto.
2.- Los
alcaldes y regidores de los pueblos, los propietarios de las casas y padres de
familia que admiten nuevos vecinos, moradores, criados, aunque se a título de
tejeros, carboneros, roturadores, canteros y otros de esta especie, sin que
tengan la licencia de la Policía,
incurrirán en la multa de cincuenta ducados de vellón de irremisible exacción,
aplicados al delator, Juez y gastos de este ramo.
3.-
Cuando un criado o criada de servicio mudase de casa en un mismo Pueblo, se
presentará a la Policía para que tenga noticia de la causa de su salida, y le
provea del documento necesario, para que le permita ponerse a servir en otra, si
conviene, o la dirija al de su naturaleza; y si no lo hiciese incurrirá en la
multa de cinco ducados de vellón.
4.-
Los celadores de barrio en esta ciudad, los alcaldes y regidores de los pueblos,
los jefes de cuadrilla y los comandantes de los tercios de naturales armados
quedan encargados de la ejecución puntual de las precedentes disposiciones”
Duela berrehun urte gertatu zen aurrekoa.
VALENTIN VERASTEGUIri buruz gehiago:
190902an idatzia
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