abendua 23, 2020

SANTAMASAK ETA OILARREKO MEZA. 1890


Aurten bereziak izan dira santamasak, guztiz,eta datorren urtekoei begira geratu gara, onbidean barrena egingo dugulakoan. Baina atzera begirako apuntetxo bat ekarri nahi dut gaur, 1890ekoei buruz. Aspaldi idatzi nuen urte hartako jaietaz,  baina oraingoan Miguel Madinabeitiaren idazki bat berreskuratu dut, urte hartan berak  “El Noticiero Bilbaíno” egunkarian argitaratu zuena,  1890eko abenduaren 31an: 

“Hace nueve años probé con documentos auténticos la antigüedad de las ferias de este pueblo y su decadencia actual como ferias, si bien consideradas como romería se hallan en su apogeo, porque no se puede negar que la concurrencia de gente, en particular el segundo día, es cada vez mayor. A los tenderos que de fuera vienen a ejercer diversas industrias se les oye decir: “Ya no vuelvo otro año porque no saco para los gastos” Y sin embargo vuelven todos los años, excepción hecha de un expositor de panoramas que desde tiempos atrás acude a mi amistad para que le consiga la cochera donde instalar su industria (1)… Omito los detalles que me faltaban sobre ferias, para ocuparme de otro asunto que ha causado en mi ánimo desfavorable impresión.


Este año se ha suprimido la misa de gallo; por Semana Santa se suprimieron los oficios o maitines conocidos por tinieblas, después que tenemos un Monumento que pueblos de mayor importancia no lo tienen. Tanta supresión en tan corto espacio de tiempo me parece demasiada ración para tragarla en silencio. No hay para qué dudar los comentarios ventajosos que se harán en otros pueblos de nuestra conducta, de antes bastante maltratada, sin embargo de que dentro de la iglesia de Mondragón no se han cometido todavía los escándalos y sacrilegios de otras partes. 

Los mondragoneses somos de carácter áspero y bullanguero, como habituados a luchar con el hierro toda la vida, por más que dentro de esa apariencia se oculte un pecho generoso. Somos los descendientes de aquel herrero que, teniendo delante al rey de España a ver forjar un mosquete, le agarró de la mano, dando ocasión a que los guardias se abalanzaran sobre él, creyendo se trataba de una irreverencia a la real persona, hasta que Felipe III les dijo bondadosamente: “Dejad, que yo estimo esa mano” 

Madinabeitiak bere herritartasunaren lagintxo bat utzi digu aurreko lerroaldean eta datozenean ere gauza bera egingo du. Madinabeitia liberal eta katolikoaren gogoa igartzen da idazkian: 

“El cerrajero mondragonés sabe cantar, bailar,
Parrokiako pulpitua XIX.eko amaieran
jugar, requebrar y no será el último en motejar al forastero con quien luego ha de gastar el último céntimo, pero el cerrajero mondragonés sabe estar y está como es debido en la iglesia. Habrá algún miserable que se propase y a ése castígasele, pues para eso están la justicia y sus agentes. Si el cerrajero de Mondragón tuviere la mitad de la cultura del artista de Eibar, se podría hacer de él un excelente sujeto y lástima es que así no suceda, teniendo como siempre hemos tenido, escuelas bien montadas y retribuidas.

También el día 24 de este mes se ha suprimido aquí una costumbre secular caballeresca, que era el reflejo de nuestra pasada grandeza. Conste que yo no censuro, ni ataco, ni nombro a nadie por estas novedades. Hago uso del único derecho que como natural y vecino de este pueblo me queda, que es el de sentir; repitiendo lo que he dicho más de una vez: lo que se busca es acabar con la tradición”

SANTAMASETAKO JAIEI BURUZ GEHIAGO:


 
Argazkiak: Mendia bilduma eta JMVM

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