uztaila 17, 2024

MONTERRONGO KONDEA GORTEETAKO LEHIAN GARAITUA. 1886


Gaurko protagonista ere ekarri nuen aurreko batean txoko honetara. Orduan, Iban Aranguren MonterrongoKondea, 1881ean gorteetako diputatua hautatu zuteneko kronika azaldu nuen. Gaurkoan, aldiz, bost urte geroago aurkeztu zenekoa ekarri nahi dut zutabe honetara. Miguel Madinabeitia da, hainbatetan bezala, eskutik eramaten gaituena. Dakusagun.

Canovas del Castillo eta Praxedes Sagastaren arteko itunari esker, liberalak eta kontserbadoreak txandatuko ziren  espainiar boterean 1885etik. Urte hartan Alfonso XII erregea hil zen eta Canovasek dimisioa azaldu zuen Sagastak agintea har zezan. Handik gutxira hauteskunde orokorretarako deia egin zen – modu murriztuan oinarrituta, hots populazioaren  %5 inguruk eman ahal izan zuela boza- eta 1886ko apirilaren 4an 392 diputatu hautatu ziren. Arrasateko hautesleak Bergarako barrutian kokatzen ziren eta bi hautagai ziren: Iban Aranguren Alzaga (1855, Arrasate – 1893, Madrid) Monterrongo Kondea – ezker dinastikoaren barruan- eta Frantzisko Ansaldo Otalora, liberal dinastikoa eta amaren aldetik Aretxabaletako jatorrikoa. 

 “El Noticiero Bilbaíno” egunkarian, 1886ko apirilaren 7an honakoa agertu zuen Miguel Madinabeitiak, Arrasateko kronika egileak: 

“Son las once de la noche, hora no muy apropósito para escribir para el que ha pasado como yo el día; pero dándome pena desperdiciar este correo voy a decirle tan solo dos palabras.
Desde la conclusión de la guerra de África, desde aquella epopeya que se consagró a la manifestación de las grandes alegrías de la patria, no he conocido en este pueblo un entusiasmo que iguale al de esta noche. Lo mismo el adolescente como el sexagenario han demostrado verdadera ansiedad por saber el resultado del escrutinio electoral.

Una vez cerciorado que nuestro querido conde de Monterrón ha triunfado por un voto, el entusiasmo ha sido indescriptible; el pueblo entero se ha entregado a la más alegre de las expansiones, haciendo paréntesis de la Cuaresma, porque la charanga de la villa ha recorrido las calles, echándose a volar ciento de cohetes. Y el motivo no era para menos… Aquí tengo que hacer punto hasta otro día.
Yo, en lugar del conde de Monterrón, entre un acta para sentarme en el Congreso y el testimonio de amor y de cariño que hoy le ha tributado el pueblo de Mondragón, optaría por esto último. Reciba, pues, el joven conde la expresión más sincera de mi respetuoso afecto; y si hay algunos que impunemente pretendan amenguar el brillo de que justamente blasona el descendiente de los Andicano, Arcaraso, Otálora, Villarreal de Bérriz y de Aranguren, aquí estoy yo también para decirles que hay pocas casas en esta región de Guipúzcoa que hayan arrostrado tantos sacrificios como la casa de Monterrrón por la monarquía constitucional, y sobre todo, por los fueros, que si se perdieron no fue por culpa de los liberales” 

Diodan, aurreko kronikak erantzun bat izan zuela, hain zuzen idazkiaren azken esaera zela eta. Izenik gabeko gutun bat jaso zuen Madinabeitiak bere etxean. Bere aldetik igorlea zein zen ez zekienez gero, berriz “El Noticiero Bilbaíno”ra jo zuen apirilaren 20an, eta horregatik dakigu zer zioen “Un Bascongado” idazle anonimoak:

Decía Vd. en su carta que los fueros se perdieron; pues yo le digo a Vd. que los fueros no fueron perdidos sino quitados, porque nadie los ha jugado para perderlos. ¡Quizás llegue el día de jugarlos, si la marcha de las actuales cosas no cambia y empiezan a aplicarnos lo que tienen proyectado” 

Madinabeitiak 20ko idazkian bertan ihardesten zion “Un Bascongado”-ri. Bere erantzunaren bitartez Madinabeitiaren ideia politikoez jabetzen gara ostera. 

“Vascongado de nacimiento y fuerista por convicción, ya ve mi anónimo comunicante que simpatizamos en ideas… Pero cúmpleme manifestarle que si en mi carta a la palabra fueros, empleada por incidencia, apliqué el verbo perder, como podía haberlo sido el de privar o despojar, confieso que no tuve intención de darle alcance político alguno; y tanto es así, que si me dijeran que la restauración de muestras antiguas instituciones vendría después de ponerlas en juego, preferiría mil veces el estar como estamos” 

Oso erantzun zuzen eta zorrotza Madinabeitiarena, beste gerra batetik pasatzeak bat ere graziarik egiten ez ziona. Baina gatozen ostera Monterrongo Kondearen hautatu berriari buruzko kasura. Madinabeitiak, goian ikusitako apirilaren 7ko artikuluaz gain antzerako beste bat argitaratu zuen Donostiako “El Eco de San Sebastián” zeritzanean, apirilaren 6an, eta handik ateratzen ditut ondoko datuak: 

“… entusiasmo en Mondragón por la victoria del Conde de Monterrón  contra su contrincante el Sr. Ansaldo, sobre quien obtuvo la mayoría de un voto, cuando los parciales de este señor aseguraban con una especie de prosopopeya que su candidato obtendría en el distrito una mayoría  de cien votos.
Ayer me persuadí de que los mondragoneses algo valemos cuando tanto nos quieren. Hasta los cocheros y los tenderos ambulantes se han mostrado con actitud provocativa y poco menos que insolente. Y sin embargo, el conde de Monterrón se ha tragelado él solo toda la cena; y contra las fatídicas profecías que se hacían de él en la prensa y fuera de la prensa, es el caso que ha triunfado” 

Madinabeitiak idazkia amaitzen du ondoko baieztapenarekin. Idatzi nuen beste behin, Arrasatek Gipuzkoako beste herriekin alderatuta erroldan ageri zuen desberdintasun negatiboaz.Hona hemen kronika egileak zioena bere buka: 

“Y cuando con un censo que es menos de la mitad de lo que realmente debía ser se ha conseguido resultado tan satisfactorio, qué habría sido si Mondragón hubiese tenido la lista de electores que relativamente tiene Arechavaleta” (1)


Goian adierazi dudan moduan, kontuan eduki behar da Ansaldo Otalora lehiakidea, Aretxabaletako jatorrikoa zela. Gauza da, Madinabeitiaren – eta itxura denez, herri osoaren- pozak ez zuela gauza handirik iraun eta boto bateko abantaila hura errekurritua izan zela. Azken kalkuluen arabera bi hautagaiek boto kopuru berdina atera zuten: 433. Irakur diezaiogun Arrasateko kronika egileari, “El Noticiero Bilbaíno”ren apirilaren 30ean zioena: 

“Alusiones más o menos embozadas de que he sido objeto por mi carta del 4 del actual (hilak 7koan argitaratua)  me obligan a dar una ojeada retrospectiva al asunto que la motivaba, si bien con la desventaja de haber pasado para ello la oportunidad. 

No fue mío el telegrama en que se daba cuenta de haber triunfado por un voto de mayoría en el distrito de Vergara el candidato izquierdista señor Conde de Monterrón. Este fue un hecho, y un hecho ratificado hasta por el candidato contrario, según públicamente lo dijo. La palabra empate no tomó aquí carta de naturaleza hasta la mañana del siguiente día, como resultado y consecuencia inmediata de la carrera de coches que no cesó toda la noche de ir y venir. A pesar de esta contrariedad, poco o nada se entibió del entusiasmo del público mondragonés, y mucho menos al ver llegar de la importante villa de Oñate una estudiantina que venía expresamente a obsequiar con una serenata al Conde de Monterrón. La muchedumbre, fraternizando con los oñatienses, se entregó a un verdadero jolgorio que debió terminar con la aurora, pero sin el rosario de la idem.

Al siguiente día, que era el 6, Ivan de Aranguren obsequió a sus electores y amigos con un espléndido banquete en el salón mismo donde cenó el duque de Anjou, más joven todavía que él cuando vino a ceñirse la corona de España con el dictado de Felipe V El Animoso. Allí, en breve pero elocuente discurso, dio las gracias a sus electores por la honra que le habían dispensado, y entre las libaciones del champagne hubo brindis adecuados a la medida y capacidad intelectual de cada uno, pero reflejando en todos ellos el espíritu de unión y la más ferviente buena voluntad.
Entre los concurrentes a la mesa apenas había uno solo a quien costase tanto como a mí el expresarse en público, y sin embargo por no desairar al anfitrión y seguir el ejemplo de los demás, pronuncié algunas palabras para manifestar mi gratitud y recabar del señor conde la autorización de hacer uso de las siguientes frases, oídas al mismo en conversaciones particulares, y eran estas: Agradezco a quien me vote, pero comprar yo no compro votos 

El que esto decía ya está en Madrid, y próximo el día de la apertura de las Cortes verá el fallo que a la comisión de actas ha merecido la suya. Yo no he perdido la esperanza de que le será favorable y sea proclamado diputado; pero aun cuando así no sucediera (porque en eso de elecciones nadie puede meterse a profeta) el Conde de Monterrón puede decir sin temor de que nadie lo desmienta que él ha hecho una des campañas más brillantes del período electoral que acaba de presenciar el país.

Él ha luchado contra todos los elementos imaginables; su nombre ha sido traído y llevado en la balanza siempre odiosa de las comparaciones. Se ha comparado su calidad, su grado de ilustración y su fortuna. No hago solidario de estas pequeñeces y miseria al señor Ansaldo, a quien sin conocerle personalmente tengo por persona dignísima y cumplido caballero. Pero forzoso es decir que los parciales de dicho señor han rebasado los límites de la prudencia, propagando con actividad vertiginosa especies cuyo propósito no era otro que el de cundir el desaliento en el ánimo de los electores contrarios. ¿Quién no vió y oyó el día 4 retar con apuestas a que la candidatura Ansaldo sacaba 100 votos de mayoría? Y lo que sucedió en esta sección sucedió en las demás del distrito, pero como no todo lo que se dice y sucede puede probarse, me lavo las manos, contentándome con ser eco de la opinión pública.

El Conde de Monterrón no tenía para qué hacer esfuerzos titánicos por asegurar el distrito. Bastábale tan solo que su pueblo nativo contase con el censo electoral que de hecho y de derecho le corresponde, y que por un término fatal de horas no fue aprobado en diciembre último por la comisión inspectora competente. Y para que vea el público que no exagero, diré que, por ejemplo, Arechavaleta, que paga 5.309 pesetas de contribución, ha luchado con 48 electores, contra Mondragón que pagando 8.337, no tiene más que 52. Me han dicho que para las elecciones inmediatas ya está aprobado el censo de esta villa, y lo celebro, pues hora era de que desapareciese semejante anomalía, que a mí, último vecino del pueblo, me llenaba de vergüenza” 

Madinabeitiaten ustearen kontra, Madrilen erabaki zen diputatuaren akta Ansaldo Otalora jaunari ematea. Beraz, Iban Aranguren Alzaga  - Monterrongo zortzigarren kondea- behin bakarrik izan zen gorteetako diputatu, eta hori 1881ean gertatu zen, 26 urte zituela. Arrasatearra 1893an hil zen, Madrilen.


(1) https://txemax3.blogspot.com/2022/09/hauteskunde-zentsu-murritza-arrasaten.html

 

 

Argazkia: JMVM

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