Santa Ageda, hastapenetan |
“El Diario balear” egunkariak, 1828ko
ekainaren 30ean honako albiste hau ematen zuen, Ramon Mendiak berak bidalita. Kontuan
eduki behar dugu Santa Agedako uren establezimendua 1827an ireki zela, urtebete bat lehenago hain justu.
“Don Ramón de Mendia, dueño de la casa de
baños y de las aguas minerales sulfúreas de la aldea de Santa Águeda,
jurisdicción de Mondragón, en Guipúzcoa, justamente interesado en el crédito de
las mismas, y escitado todavía más por el bien general de la humanidad
doliente, remite para su publicación el caso siguiente acaecido, como
consecuencia de la virtud curativa de aquellas aguas”
Sarrera bikaina, ezta? Pozik egoteko motiboak bazituen Don Ramónek! Gizadi gaixoaren ontasunean interesatua, arranopola! Bada, goazen aurrera:
“Doña
Manuela Mugica, natural de Anzuola, en Guipuzcoa, de edad de 14 años, había más
de seis años que estaba padeciendo unos accidentes que la ponían a peligro de
muerte, y se atribuían a una caida que dio cuando
tenía seis años desde una
ventana bastante alta. Al principio le duraban como media hora; después hora y
media y dos horas: la hacían arrojar espuma por la boca y estaban acompañados de
todas las señales de muerte. De resultas del último accidente que sufrió en
febrero de 1827 quedó ciega, sin voz y paralítica de todos sus miembros. No
tomaba más alimento que un poco de caldo, administrado con una esponja. Y
habiendo observado que arrojaba algo de sangre, se sustituyó un poco de leche.
Conducida
en andas por seis hombres a los baños de la ante-iglesia de Santa Águeda,
jurisdicción de Mondragón, principió a tomar aguas y baños. Al tercero abrió
los ojos y movía algo los dedos de las manos, pegados los pulpejos a la raíz
del nacimiento de los dedos. Al cuarto los movía con más libertad y agarraba
cualquiera cosa. Al quinto levantaba la cabeza, abrió del todo los ojos con muy
poco movimiento, pero no veía. Tenía más expedito el oído pero no podía ni
sacar ni mover la lengua. Al sexto baño desapareció el meteorismo que tenía en
el vientre y toda la corvadura o contracción hacia atrás, que era tal cuando
llegó a los baños, que necesitaba dos o tres almohadas para sostenerse. Al
séptimo baño empezó a percibir objetos y
quería hablar, manifestando mucha alegría. Al octavo toda la mejoría fue en
aumento. Conocía a todos, empezó a hablar clara y perceptiblemente. Desde entonces los progresos que hacía en su
curación eran tan rápidos que se notaban de hora en hora, habiendo conseguido
la mayor aptitud y despejo en todos sus sentidos, y completa libertad en sus
miembros, faltándola únicamente la fuerza necesaria para andar.
Todo
esto está auténticamente probado por declaración de tres facultativos que asistieron
a la paciente, el padre y la hermana de la misma, y otras personas de
categoría, testigos presenciales”
Manuela Mujika
antzuolarra 1814an jaio eta Gasteizen hil zen, 1851an. Ezkonduta zegoen. Nire
aldetik, erositako prezioan saldu dut istorioa. Albiste berdina estatuko beste mediotara
ere helarazi zuen Ramon Mendiak, ongi baitzekien uzta jaso ahal izateko
lehen-lehenik erein egin behar dela. Eta ereintza garaian zegoen. Santa Agedako
urte onak iristear ziren.
Argazkiak: JMVM
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