urria 30, 2013

ARRASATEKO UDAL AGINDUAK, 1807an


Arrasateko Udaletxea
XIX.ak Arrasate nahiko egoera txarrean hartu zuen, industriaren beherakada nabarmenarekin eta aurreko mendeetan bizi izandako ontasun erlatibora nola itzul zitekeen asmatu nahian. Baziren ahaleginak, laster lehen fruituak – apalak, artean- emango zituztenak. Baina ez da egia txikiagoa, XIX.ak oso garai latzak ekarriko zituela Arrasatera, Euskal Herri osora bezala. Frantsesak iristear zeuden eta horiexek izango ziren arrasatear gizartearen une larri askoren eragile zuzenak.

Baina giza kolektibo txiki hartan nolabaiteko ordena jarri nahian ari ziren udal agintariak. Horrela 1807an orduko alkateak udal aginduak aldarrikatu zituen. Ikusiko dugun bezala, uneko moralaren ispilua dira. Eliza-ordenamendu eta gobernu zibilaren arteko marra non zegoen ezin daiteke asmatu. Normala, oso, herritar arrunt eta gizagaixoaren lurreko kalamitate guztiak zeruaren sariarekin gaindituko zirela predikatzen zen testuinguru hartan.

Bi zatitan emango ditut agindu horiek. Patxadaz irakurtzea aholkatzen dut, bi arrazoirengatik: alde batetik, ortografia oraingo erara aldatu badut ere, XIX.ko  estiloan daude idatzita; eta bestetik,  arrasatear gizartearen erradiografia interesgarria ematen dute.

“El señor don Thomas de Tellería, alcalde y juez ordinario por su Majestad (que Dios guarde) de esta villa de Mondragón y su jurisdicción, dijo que en cumplimiento de los primeros deberes de su empleo mira con la obligación precisa de que todos sus súbditos vecinos y moradores de la villa y su partido tengan el mayor cuidado en la observación de esta providencia de buen gobierno dictada con el justo objeto de que obedezcan, como corresponde, las Leyes del reino, y que para este efecto guarden las prevenciones y artículos siguientes:

1º Que los padres de familia envíen a sus hijos a la escuela y a las hijas a la maestra, sin permitir de modo alguno que anden ociosos por la calle y sin disimularles la menor resistencia en esta parte.

2º Que cuando lleguen a edad competente pongan a sus hijos a aprender oficio y si lo rehúsan  den cuenta inmediatamente al señor Alcalde para destinarles al Real Servicio, o para tomar sobre ellos las providencias necesarias, y que a las hijas las pongan a servir cuando careciesen de medios suficientes para mantenerlas en sus propias casas.

3º Que por cuanto hay casados que no hacen vida según las obligaciones de su estado, se presenten ante dicho Señor Alcalde y curas párrocos dentro del término preciso y perentorio de tercero día de la publicación de este auto a dar las causas de su separación.

4º Que todas las mujeres casadas que tienen a sus maridos con residencia en otros pueblos, vayan a vivir con ellos dentro del propio término de tercero día de dicha publicación sin excusa y se las impondrá el debido castigo en el caso de que vuelvan sin motivo justo y legítimo.

5º Que todos los que no son de esta villa y se han avecindado y tomado residencia en ella se presenten ante dicho Señor Alcalde dentro del término citado de tercero día a dar razón de sus personas, familia, estado y oficio y motivo de su establecimiento.

6º Que siempre que llegue alguna persona o familia a esta dicha villa a fijar residencia, el dueño de la casa a donde entrase o en donde se alojase dé cuenta al Señor Alcalde y si  no lo hiciese así será tratado con rigor.

Arrasate, XVIII.aren amaieran
7º Que en ninguna casa se juegue ni admita el juego de Birbis ni otro alguno de envite y azar con motivo de ferias ni otro pretexto, y a los que lo contrario hicieren se les castigará sin remedio con las penas y multas establecidas por las Reales órdenes del asunto.

8º Que por cuanto se nota un desórden grande en las danzas de la Plaza, es muy debido el tomar prontamente su remedio, y por lo tanto se previene que cualquiera que se ponga a bailes y diése algún golpe a la persona que llevare de la mano o hiciese con ella alguna demostración de indecencia será arrestado a la cárcel. Pero no por esto se prohiben otras Danzas, con tal de que se hagan y concluyan con modestia y decencia haciendo uso de pañuelos en lugar de asirse de las manos y excusará el tamborilero bajo la pena también de ser arrestado, y de las demás arbitrarias que haya lugar, el toque que se llama korri-korrika al fin de las danzas, ni el fandango”

Udal agiriek balio dute arrasatear gizarte haren etnografia egiteko ere. Horra hor, korri-korrika deiturikoa, ziurrenik gure gaztaroan jotzen zuten atalataikoa-ren antzerakoa. Zein izango zen birbis izeneko jokoa?

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