uztaila 25, 2012

EL ALARDE DE SANTIAGO EN MONDRAGÓN

Miguel Madinabeitiaren albiste iturri emaritsuak 1844an Arrasaten desagerturiko ohitura baten berri eman zigun, zabal-zabalik. Nik dakidanez, bi tokitan idatzi zuen gaiaz eta gaurko honetan bi idazkiak ekarri nahi ditut hona, nahiz eta batzuetan hitz desberdinez baina ideia berdinaz ari den. Baina merezi dutelakoan nagoelako hona hemen bi kronikak. Aurrena Donostiako “Euskal Erria” aldizkarian ezagutarazi zuen, 1884ko bigarren sei hilekoan (1):

Hoja Literariaren mozkina, Madinabeitiak jarritako datuekin
“Entre las costumbres de la villa de Mondragón que han caído en desuso por la mano reformista del tiempo, era una de ellas la que se observaba el día 22 de Julio de cada año con el nombre de alarde de armas de Santiago.

Era una especie de revista militar que giraba el alcalde de la villa como jefe nato de la compañía, previo alistamiento que se verificaba de hidalgos y moradores, y el desfile tenía lugar en la plaza pública al son del tamboril, que tocaba una marcha especial, la misma que tocó una música de regimiento al sacar el cadáver de la infanta doña Pilar del establecimiento balneario de Escoriaza, a que me hallé presente”

Santiago eguna 25ean ospatzen bada ere, kronika egilearen idazkian 22 irakurtzen da. Bestalde, Madinabeitiak aipatzen duen gertaera ilun hori, 1879ko abuztuaren 5ean izan zen. Maria Pilar Borbón Borbón Alfonso XIIaren arreba zen, Eskoriatzaraino bainuak hartzera hurbildu zena. Infantaren heriotzaren ondorioz, herri horretako bainuetxearen maldan beherako prozesua hasi zen, 1894an guztiz desagertu arte. Arrasateko kronika egileak segitzen du:

“A cada individuo se obsequiaba con una ración de pan y vino, y doble al que se presentaba con armas de mayor antigüedad, como chuzos, mosquetes, lanzas etc. Hasta los niños tenían participación en este regocijo; pero era de rúbrica se presentasen, como lo hacían a porfía, ostentando vistosos sombreros tricornios engalanados con cintas, talcos y escarapelas de diversos colores. A estos se les subía a la casa consistorial, donde se les repartía toda la fruta que venía de los pueblos limítrofes de Vizcaya.

Morrioia
Este acto siguió desde tiempo inmemorial, sin otra interrupción que la de las guerras, hasta el año 1844; el 48 se intentó restablecerlo y se verificó el simulacro, pero sin armas. Este fue el último alarde de Santiago, que por cierto se distinguió por su carácter peculiar. Y era que aquel día hizo aquí etapa una sección de caballería del ejército, e invitada por el ayuntamiento se confundió en fraternal amalgama con los paisanos, compartiendo el pan y el vino con que se le había obsequiado.

Ignoro si esta costumbre tenía o no relación con el llamado y ya abolido Voto de Santiago, que , según la historia, consistía en una contribución o prestación de pan y vino, inventada por el clero, fundada en una advocación del rey don Ramiro en la batalla de Clavijo. Aquellos chuzos, petos y mosquetes que yo ví cuando tenía 16 años y que los hidalgos y moradores sacaban de su escondite por optar a doble ración ¿de dónde procedían y dónde están ahora?

Donde están no lo sé, pero procedían a mi juicio de la armería de la villa, en donde se custodiaban para salir con ellas padre por hijo, como lo mandaba el fuero, en defensa del rey, cuando las circunstancias lo exigían. A este propósito cito a continuación las piezas que estaban en dicha armería en el pasado siglo: 18 mosquetes con 2 horquillas, 24 mosquetes más en la hilera de la sala, 42 petos y espaldares, golas y morriones, 1 rodela y morrión de capitán con su punta y flor y con su talí y empuñadura, 18 picas, 14 chuzos con sus hierros, 2 astas, 1 venablo de alférez y la alabarda de sargento, 4 pedreros grandes de hierro, 2 camores de hierro, 10 mosquetones que llaman de pincote, 1 gineta con su insignia de plata, 2 cajas de guerra con sus palillos, y las llaves de todas las puertas de la villa (eran 7). Además había en la misma pieza 1/2 azumbre, cuartillo y cuartillo y medio de cobre, y otra 1/2 azumbre de cobre también, para cotejar la sidra, la vara del reino, la ½ fanega, 3 pares de grillos, el cepo, el potro para dar tortura, medidas de carbón y manzana, dos banderas y una imagen de Cristo crucificado sobre la puerta de la sala”



Jinetak
Idazki bera argitaratu zuen Madinabeitiak Bilboko  “Hoja Literaria”-n, 1889ko uztailaren lehenean. Bigarren artikulua, berriz, Euskal Erria deritzanean, 1892ko 2. sei hilekoan atera zuen. Ildo bertsutik doan arren, zehazkizun berriak eskaintzen ditu.

“Como he visto en mi tiempo desaparecer costumbres seculares y mutilar monumentos artísticos é históricos sin causar protesta ni la más leve queja de nadie, casi me es simpático lo de Calahorra, (por la supresión del Obispado y dentro de una manifestación pacifica, se entiende); porque aquello siquiera demuestra que hay pueblos donde todavía se mantiene incólume el patriotismo, que es de las pasiones ó virtudes sociales la que más enaltece al hombre.

De esas costumbres hay una abolida en 1844 en este pueblo, que conmemora la fecha de 25 del actual, y cuyo relato me propongo hacerlo por las impresiones que conservo desde la niñez. A la aproximación de aquel día asediábamos á nuestras madres para que sacaran del fondo de la alacena ó armario los galones, cintas de vivos y variados colores, y escapularios que el año anterior habían adornado el Santiago-chapela, especie de tricornio de papel, con el que asistíamos á misa mayor y después á la sala consistorial, á poner repletos nuestros bolsillos con la fruta con que el municipio nos obsequiaba.

Después de comer, el secretario se colocaba en los soportales de la Casa Consistorial con una mesa de costoso tapete, y abría dos listas que en la primera sesión eran trasladadas al libro de actas; la una de hidalgos y la otra de moradores, especie de electores elegibles y no elegibles del día. Allí se hacían inscribir unos y otros, en la sección correspondiente, y equivalía esto á la presentación voluntaria al alarde de armas que se iba á efectuar, recibiendo cada uno un bono de pan y vino á cargo de la villa, y doble ración el que se presentaba con armas antiguas, como chuzos, lanzas, mosquetes, etc., entre las que descollaban algún arcabuz ó alguna escopeta de caza, por supuesto, trabajado todo en Mondragón desde el siglo XV acá.

Tortura mahaia
Terminadas las vísperas, el tamboril que por antonomasia se llamaba música foral, tocaba la marcha de Infantes, y á su compás daban algunas vueltas por la plaza, desfilando luego por delante del alcalde, como jefe nato de la compañía. No sé si este acto tenía relación con el llamado Voto de Santiago que proviene de la batalla de Clavijo; pero, por los antecedentes tradicionales que existen, se puede más bien creer que era un simulacro ó revista de armas para estar prevenidos y salir aitarrenseme en defensa del Rey cuando las circunstancias lo exigían.

Para eso había antes de la guerra de Napoleón, una sala de armas en la Casa Consistorial, de que se tomaba inventario todos los años, compuesta de 42 mosquetes con 2 horquillas, 42 petos y espaldones, gorras y morriones, una rodela y morrion de capitán, con su punta y flor y tahalí y empuñadura; 18 picas y 14 chuzos con sus hierros; dos astas, un venablo de alférez y la alabarda de sargento; 4 pedreros grandes de hierro; 2 camones de hierro; 10 mosquetones que llaman de pincote; una gineta con su insignia de plata; dos cajas de guerra con sus palillos, y las llaves de todas las puertas de la villa, que eran siete.

Además existía en la misma sala de armas una variada colección de medidas de cobre (se conserva una) para el cotejo de la sidra; la vara del reino y la media fanega; tres pares de grillos, el cepo, el potro para dar tortura, medidas de carbón y manzana, dos banderas y una imagen de Cristo crucificado en la puerta de la sala.

Bordon dantza
No tengo la necia pretensión de hacer propaganda para resucitar cosas que pasaron para siempre, á pesar de que hoy todavía subsisten en pueblos importantes de Guipúzcoa el bordon dantza y el ezpata dantza, actos que se parecen mucho á el alarde de Santiago y que todos ellos tienen íntima relación con hechos gloriosos de nuestros antepasados, que yo no hago más que recordar.

MIGUEL DE MADINABEITIA.
Mondragón 24 de Julio de 1892”

(1) "El Eco de San Sebastián"ek ere eman zion toki artikuluari. Beraz, Madinabeitiari esker berrogei urte lehenago Arrasaten desagertutako ohitura esanguratsu bat gogora dezakegu.

Argazkiak:
www.escalofrio.com 
www.ejercitodeflandes.blogspot.com.es
www.armaduras.cl
www.euskomedia.com
 


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