Bainutegia Canovas hil zutenean |
Lehen ere idatzi
dut txoko honetan 1897ko abuztuaren 8an Gesalibarren jazotako erailketaren
inguruan. Espainiako Ministro Kontseiluaren buru zen Antonio Canovas del
Castillo politikoa Angiolillo anarkistaren balek hil zuten Santa Agedako Bainu
Etxean. Garaiko prentsak informazio puntuala eman zuen magnizidioaren gain eta
milioika pertsonak lehen aldiz kokatu zuten
Arrasate mapan.
Gaurkoan “La
Ilustración española y americana” aldizkariak eskainitako ale monografikotik
atera ditut ondoko lerroak. Beste medioek esandakoarekin alderatuta literaturak
ez badu berrikuntza handirik aurkezten ere oso interesgarritzat jotzen ditut
argazki eta grabatuak. Goazen, beraz,
aurkezpen honekin:
Canovasen lan gela, Santa Agedan |
“Pocos
días hacía que en el célebre balneario de Santa Águeda disfrutaba el Sr.
Cánovas del Castillo de efímeros momentos de agradable reposo, que apetecía su
espíritu, abrumado con la pesadísima carga de la hoy como nunca difícil
gobernación del Estado, y que necesitaba la salud quebrantada del hombre público,
tantos años esclavo de su propia importancia y autoridad. Brindábale allí la
amenidad del pintoresco valle, oxígeno de vida, salud y bienestar los
manantiales de sus famosas aguas, tranquila complacencia el trato familiar de
los bañistas, a la par íntimo y respetuoso, y gozaba de los cuidados de la
compañera de su vida, para la que siempre tuvo pasión de amante y ternuras de
padre. Satisfecho y alegre por demás, en la mañana del tremendo día explicaba
su contento diciendo. “Santa Águeda me da la vida…” pocas horas antes de que en
Santa Águeda le salteara la muerte.
Meza entzun ondoren, Gesalibarreko elizan |
Asistió
con su esposa el Sr. Cánovas a la misa de once, el 8 del corriente, y a la
salida de la iglesia el Sr. Conde de Aldana, que se entretenía en hacer
fotografías instantáneas, obtuvo la que reproducimos, último retrato de Cánovas
vivo, muy poco antes del terrible suceso, recuero valiosísimo que queda del
insigne patricio gracias a aquella coincidencia.
Todos
los personajes de la sencilla escena que el grabado reproduce salen
tranquilamente de la iglesia, bien ajenos de lo que muy pronto va a ocurrir;
todos menos uno que, entre los confiados, seguía y acechaba a su víctima con
tenaz y cautelosa persecución.
Bainutegiko galeria |
Después
de tomar un baño el Sr. Cánovas, bajaba al comedor con su esposa, cuando encontraron
a las hermanas del general O´Lawlor al final de la escalera. Y mientras las
señoras hablaban, separóse el Sr. Cánovas diciendo que entraría al comedor
cuando dieran el tercer toque de campana. Penetró entonces en la galería,
tomando asiento en el banco más inmediato a la puerta de cristales del
vestíbulo. Ocupa dicha puerta el centro de la galería, que tiene unos ochenta
metros de longitud, y al extremo de la derecha hay un blanco para tiro y al de
la izquierda está situado el gabinete de inhalaciones.
Angiolillok disparatu egiten du |
En
aquel momento, la una de la tarde,
únicamente se hallaban en la galería otros dos bañistas sentados de
espaldas al sitio que ocupó D. Antonio Cánovas, el cual se puso a leer vuelto
hacia la puerta de entrada, oculta su vista por el periódico que leía muy de
cerca, según costumbre. Dícese que al separarse de su esposa el Presidente del
Consejo, vio una criada al criminal subir precipitadamente a su cuarto y se
supone que fue a coger el arma homicida. Bajó a la galería, se detuvo en el
dintel de la entrada del vestíbulo y apoyándose con la mano izquierda en la
puerta de cristales, aseguró la puntería contra el noble pecho del indefenso y
descuidado anciano.
Cayó
el periódico, que se quemó con el
Canovas hilda, bere ohean |
fogonazo; alzóse entonces el S. Cánovas y aún
tuvo alientos para dar algunos pasos, pero cayó desplomado. Avanzó el asesino
en la galería, hizo fuego por segunda vez y sin que desarmara su encono la
agonía de la víctima ensangrentada aún disparó otra vez obre aquella
privilegiada cabeza. Escucháronse entonces dos gemidos y escapándose del roto
cráneo y del abierto pecho oleadas de sangre, dejó esta vida el espíritu de
aquel que fue asombro de amigos y adversarios por su inteligencia clarísima, su
ilustración enciclopédica y sus incomparables dotes de mando. Entonces el
asesino disparó por última vez como cínico alarde, según unas versiones, y
según otras tratando de agredir a los que iban a detenerle. El proyectil dio en
el techo”
Canovasen heriotzako albistea Madrilera heldu eta berehala “La
Ilustración española y americana” aldizkariak ilustratzaile bat bidali zuen Santa
Agedaraino. Juan Comba izan zen erailketaren informazio grafikoaren arduraduna.
Oso marrazkilari eta grabatzaile ospetsua zen eta irakurleak ikus dezakeen
moduan, lan ona egin zuen erreportajean. Segi dezagun deskribapenarekin.
Laguntza erlijiosoa eskaini zion dominikoa |
“¡Terrible
espectáculo presenció la esposa del Sr. Cánovas cuando, al ruido de los
disparos, corrió a la galería! Abalanzóse sobre aquel cuerpo mas ¡ay! que era
ya insensible a sus abrazos y sus besos, y delirante de dolor entonces increpó
al asesino y sin temor de aquella fiera le golpeó el rostro con su
abanico.
Impotente la ciencia para salvar al Sr. Cánovas
del Castillo, a quien sus tres heridas, calificadas de mortales de necesidad
robaron rápidamente la existencia, la religión atendió a la salud de su alma,
dándole la absolución y administrándole sub conditione la Extremaución el Rdo.
P. dominico Fr. Fernando Argüelles, profesor en el Real Seminario de Vergara.
Desde Santa Águeda no se ha vuelto a separar del cadáver del que fue Presidente
del Consejo de Ministros.
Angiolillok erabili zuen lo gela |
Angiolillo Santa Agedan eduki zuten sotoa |
No queriendo contribuir a la funesta celebridad
del asesino, dejamos de publicar el magnífico retrato que de él se nos
facilitara, y ni siquiera manchamos el papel con su odioso nombre. Al detenerle
se supo por su propia manifestación que era anarquista, que el móvil del crimen
fue la venganza de los fusilados en Barcelona, y por tanto que la culpa del Sr.
Cánovas consistía en ser jefe del Gobierno de una nación en la época en que los
tribunales cumplieron con la ley, que condena a muerte a los que matan a
traición y sobre seguro.
Hil zalgurdiaren irteera Santa Agedatik |
El día 10, a las ocho de la mañana, fue soldado
el féretro; y llegada la hora de la partida, aún cuando estaba convenido que
bajasen el féretro desde la cama imperial al carruaje los diputados a Cortes
que se encontraban en Santa Águeda, la señora de Cánovas se obstinó en que esta
operación la hicieran los miqueletes que habían estado dando guardia en el
balneario, y así se hizo. Detrás del féretro iba la viuda, del brazo del Sr.
Castelar.
Salieron del edificio por la puerta trasera, a
fin de que la viuda no volviese a pasar por el sitio donde cayó muerto su
esposo. Cuando colocaron la caja en el coche-estufa, la viuda se aproximó para
ver cómo iba colocada. La desgraciada señora parecía enloquecida por el dolor.
Pronunciaba frases incoherentes, tenía los ojos muy hinchados y hacía extraños
ademanes. Cuando la invitaron a separarse del carro fúnebre y a subir en el
carruaje que la esperaba, respondió: “Tengo aún fuerzas para todo. Es lo único
que me queda en el mundo, lo único que necesito ya y Dios no me las negará”
Tras no pocas instancias y consejos se
consiguió que la pobre señora entrara por fin en el coche, acompañándola el
Duque de Sotomayor y los señores Elduayen y Castelar.
Hil zalgurdia Uribarriko Santutxu aurrean |
El Ministro de Ultramar iba en otro carruaje
detrás, y al estribo del coche de la viuda de Cánovas iban a caballo el general
Vivar y su ayudante, y detrás de los carruajes la escolta. Al arrancar el
fúnebre cortejo las cornetas tocaron la Marcha Real. Eran las diez y media. Al
llegar a la ermita de Nuestra Señora de la Esperanza, cerca de Mondragón, y al
sitio donde el anarquista quiso matar a Cánovas (1) la viuda de éste sufrió un
desmayo. Paróse la comitiva. Se buscó al Dr. Busto, que iba en uno de los
carruajes, y éste prestó sus auxilios a la doliente, que se repuso pronto. El
Dr. Busto, teniendo en cuenta que el cadáver debía estar expuesto al sol el
menor tiempo posible, propuso que los carruajes fueran al trote. Hasta entonces
se había marchado a paso de entierro”
Zenbaki monografiko hartan Ricardo Becerro de
Bengoak artikulu zabal eta interesgarria publikatu zuen Aramaio, Arrasate eta
Santa Agedari buruz.
(1) Ez dut
beste inon honen gaineko aipamenik aurkitu. Nondik atera zuen kazetariak
zehazkizun hori?
CANOVASEN
KONTRAKO ATENTATUARI BURUZ GEHIAGO:
Argazkiak: JMVM ("La Ilustración española-americana" aldizkaritik aterata)
Egia da "Ilustración Española" eta XIX. mendeko prentsa oso baligarriak direla garai hartako gertaerak ezagutzeko eta irudi zaharrak lortzeko. Nik ere askotan erabili ditut; adibidez Pedro de Viteri filantropoaren biografia dokumentatu nuenean.
ErantzunEzabatuBestalde, argi dago Cánovas del Castillo eta Angiolillo modan daudela Mondragoen. Horren lekuko azken boladan eskaini doten "Heriotza eta Hilketak Arrasaten" bisita gidatuaren arrakasta. Ez dakit jabetzen garen zein garrantzitsua izan zen XIX. mende amaierako gizartearentzat Canovasen erahilketa. Danok dugu gogoan AEBko Dallas hiria eta JFK eta, gure herrian gertatutakoa maila bereko atentatua izan zen. Baina, batzuk ahaleginak egiten ditugu pedagogia lanak egiteko, ezta?
Segituko dot zure blogeko ekarpenak irakurtzen eta badakitzu, nahi duzunean ongietorria zara neure bisita gidatuetara.
Eskerrik asko Arantza! Segi gogotsu.
ErantzunEzabatu