Miguel Madinabeitiaren albiste iturri emaritsuak 1844an
Arrasaten desagerturiko ohitura baten berri eman zigun, zabal-zabalik. Nik
dakidanez, bi tokitan idatzi zuen gaiaz eta gaurko honetan bi idazkiak ekarri
nahi ditut hona, nahiz eta batzuetan hitz desberdinez baina ideia berdinaz ari
den. Baina merezi dutelakoan nagoelako hona hemen bi kronikak. Aurrena
Donostiako “Euskal Erria” aldizkarian ezagutarazi zuen, 1884ko bigarren sei
hilekoan (1):
Hoja Literariaren mozkina, Madinabeitiak jarritako datuekin |
“Entre las costumbres de la villa de
Mondragón que han caído en desuso por la mano reformista del tiempo, era una de
ellas la que se observaba el día 22 de Julio de cada año con el nombre de
alarde de armas de Santiago.
Era una especie de revista militar que giraba
el alcalde de la villa como jefe nato de la compañía, previo alistamiento que
se verificaba de hidalgos y moradores, y el desfile tenía lugar en la plaza
pública al son del tamboril, que tocaba una marcha especial, la misma que tocó
una música de regimiento al sacar el cadáver de la infanta doña Pilar del
establecimiento balneario de Escoriaza, a que me hallé presente”
Santiago eguna 25ean ospatzen bada ere, kronika egilearen idazkian 22 irakurtzen da. Bestalde, Madinabeitiak aipatzen duen gertaera ilun
hori, 1879ko abuztuaren 5ean izan zen. Maria Pilar Borbón Borbón Alfonso
XIIaren arreba zen, Eskoriatzaraino bainuak hartzera hurbildu zena. Infantaren
heriotzaren ondorioz, herri horretako bainuetxearen maldan beherako prozesua
hasi zen, 1894an guztiz desagertu arte. Arrasateko kronika egileak segitzen du:
“A cada individuo se obsequiaba con una
ración de pan y vino, y doble al que se presentaba con armas de mayor
antigüedad, como chuzos, mosquetes, lanzas etc. Hasta los niños tenían
participación en este regocijo; pero era de rúbrica se presentasen, como lo
hacían a porfía, ostentando vistosos sombreros tricornios engalanados con
cintas, talcos y escarapelas de diversos colores. A estos se les subía a la
casa consistorial, donde se les repartía toda la fruta que venía de los pueblos
limítrofes de Vizcaya.
Morrioia |
Este acto siguió desde tiempo inmemorial, sin
otra interrupción que la de las guerras, hasta el año 1844; el 48 se intentó
restablecerlo y se verificó el simulacro, pero sin armas. Este fue el último
alarde de Santiago, que por cierto se distinguió por su carácter peculiar. Y
era que aquel día hizo aquí etapa una sección de caballería del ejército, e
invitada por el ayuntamiento se confundió en fraternal amalgama con los
paisanos, compartiendo el pan y el vino con que se le había obsequiado.
Ignoro si esta costumbre tenía o no relación con el
llamado y ya abolido Voto de Santiago, que , según la historia, consistía en
una contribución o prestación de pan y vino, inventada por el clero, fundada en
una advocación del rey don Ramiro en la batalla de Clavijo. Aquellos chuzos,
petos y mosquetes que yo ví cuando tenía 16 años y que los hidalgos y moradores
sacaban de su escondite por optar a doble ración ¿de dónde procedían y dónde
están ahora?
Donde están no lo sé, pero procedían a mi
juicio de la armería de la villa, en donde se custodiaban para salir con ellas
padre por hijo, como lo mandaba el fuero, en defensa del rey, cuando las
circunstancias lo exigían. A este propósito cito a continuación las piezas que
estaban en dicha armería en el pasado siglo: 18 mosquetes con 2 horquillas, 24
mosquetes más en la hilera de la sala, 42 petos y espaldares, golas y
morriones, 1 rodela y
morrión de capitán con su punta y flor y con su talí y empuñadura, 18 picas, 14
chuzos con sus hierros, 2 astas, 1 venablo de alférez y la alabarda de
sargento, 4 pedreros grandes de hierro, 2 camores de hierro, 10 mosquetones que
llaman de pincote, 1 gineta con su insignia de plata, 2 cajas de guerra con sus
palillos, y las llaves de todas las puertas de la villa (eran 7). Además había
en la misma pieza 1/2 azumbre, cuartillo y cuartillo y medio de cobre, y otra
1/2 azumbre de cobre también, para cotejar la sidra, la vara del reino, la ½
fanega, 3 pares de grillos, el cepo, el potro para dar tortura, medidas de
carbón y manzana, dos banderas y una imagen de Cristo crucificado sobre la
puerta de la sala”
Jinetak |
Idazki
bera argitaratu zuen Madinabeitiak Bilboko
“Hoja Literaria”-n, 1889ko uztailaren lehenean.
Bigarren artikulua, berriz, Euskal Erria deritzanean, 1892ko 2. sei
hilekoan atera zuen. Ildo bertsutik doan arren, zehazkizun berriak eskaintzen
ditu.
“Como
he visto en mi tiempo desaparecer costumbres seculares y mutilar monumentos
artísticos é históricos sin causar protesta ni la más leve queja de nadie, casi
me es simpático lo de Calahorra, (por la supresión del Obispado y dentro de una
manifestación pacifica, se entiende); porque aquello siquiera demuestra que hay
pueblos donde todavía se mantiene incólume el patriotismo, que es de las
pasiones ó virtudes sociales la que más enaltece al hombre.
De
esas costumbres hay una abolida en 1844 en este pueblo, que conmemora la fecha
de 25 del actual, y cuyo relato me propongo hacerlo por las impresiones que
conservo desde la niñez. A la aproximación de aquel día asediábamos á nuestras
madres para que sacaran del fondo de la alacena ó armario los galones, cintas
de vivos y variados colores, y escapularios que el año anterior habían adornado
el Santiago-chapela, especie de
tricornio de papel, con el que asistíamos á misa mayor y después á la sala
consistorial, á poner repletos nuestros bolsillos con la fruta con que el
municipio nos obsequiaba.
Después de comer, el secretario se colocaba en
los soportales de la Casa Consistorial con una mesa de costoso tapete, y abría
dos listas que en la primera sesión eran trasladadas al libro de actas; la una
de hidalgos y la otra de moradores, especie de electores elegibles y no
elegibles del día. Allí se hacían inscribir unos y otros, en la sección
correspondiente, y equivalía esto á la presentación voluntaria al alarde de
armas que se iba á efectuar, recibiendo cada uno un bono de pan y vino á cargo
de la villa, y doble ración el que se presentaba con armas antiguas, como
chuzos, lanzas, mosquetes, etc., entre las que descollaban algún arcabuz ó
alguna escopeta de caza, por supuesto, trabajado todo en Mondragón desde el siglo
XV acá.
Tortura mahaia |
Terminadas
las vísperas, el tamboril que por antonomasia se llamaba música foral, tocaba
la marcha de Infantes, y á su compás daban algunas vueltas por la plaza,
desfilando luego por delante del alcalde, como jefe nato de la compañía. No sé si
este acto tenía relación con el llamado Voto de Santiago que proviene de
la batalla de Clavijo; pero, por los antecedentes tradicionales que existen, se
puede más bien creer que era un simulacro ó revista de armas para estar
prevenidos y salir aitarrenseme en defensa del
Rey cuando las circunstancias lo exigían.
Para
eso había antes de la guerra de Napoleón, una sala de armas en la Casa
Consistorial, de que se tomaba inventario todos los años, compuesta de 42
mosquetes con 2 horquillas, 42 petos y espaldones, gorras y morriones, una
rodela y morrion de capitán, con su punta y flor y tahalí y empuñadura; 18
picas y 14 chuzos con sus hierros; dos astas, un venablo de alférez y la
alabarda de sargento; 4 pedreros grandes de hierro; 2 camones de hierro; 10 mosquetones
que llaman de pincote; una gineta con su insignia de plata; dos cajas de guerra
con sus palillos, y las llaves de todas las puertas de la villa, que eran
siete.
Además existía en la misma sala de armas una variada
colección de medidas de cobre (se conserva una) para el cotejo de la sidra; la
vara del reino y la media fanega; tres pares de grillos, el cepo, el potro para
dar tortura, medidas de carbón y manzana, dos banderas y una imagen de Cristo
crucificado en la puerta de la sala.
Bordon dantza |
No
tengo la necia pretensión de hacer propaganda para resucitar cosas que pasaron
para siempre, á pesar de que hoy todavía subsisten en pueblos importantes de
Guipúzcoa el bordon dantza y el ezpata
dantza,
actos
que se parecen mucho á el alarde de Santiago y que todos ellos
tienen íntima relación con hechos gloriosos de nuestros antepasados, que yo no
hago más que recordar.
MIGUEL DE MADINABEITIA.
Mondragón
24 de Julio de 1892”
(1) "El Eco de San Sebastián"ek ere eman zion toki artikuluari. Beraz, Madinabeitiari esker berrogei urte lehenago Arrasaten desagertutako ohitura esanguratsu bat gogora dezakegu.
Argazkiak:
www.escalofrio.com
www.ejercitodeflandes.blogspot.com.es
www.armaduras.cl
www.euskomedia.com