Felisa, bere senarra eta alaba nagusiarekin |
Oraingo gai honek 1955eko gertaera garrantzitsu
bat hartzen zuen ardatz, eta herrian gutxitan bizi izandako giroa
islatu nahi izan zuen Felisak. Hain zuzen, 1955eko maiatzaren 15ean Bergaran
Arriaran II-k pilota norgehiagokako txapela irabazi ondokoa. Ez da partiduaren kronika, herritarren erantzuna baino.Utz diezaiogun Ibañez
de Opakuaren lumari zehaztapenak ematen:
“Unas campanadas de la
torre de nuestra parroquia anunciaba el alba de un día primaveral. Era el 6 de
mayo de 1955 (1), fecha concertada para celebrar el Campeonato de Pelota a
Mano, entre Miguel Soroa, campeón de España, y Arriarán II. La gente aficionada
madrugó más que de ordinario. También se advertía la presencia de numerosos
forasteros, que unidos a nuestros paisanos, animaban las calles y plazas,
formando los consiguientes corrillos y creando en el pueblo la impetuosa
corriente de los comentarios.
Musika banda, Munarrizen zuzendaritzapean |
Con el resultado 22-13
terminó el partido, proclamando campeón a Arriarán II. Unos minutos más tarde,
el nuevo campeón dedicó por radio un cariñoso saludo a Mondragón y a su
familia, comunicando que había conquistado la boina para Mondragón. ¡El júbilo
fue enorme! Como movidos por un resorte, todo el pueblo se echó a la calle y
aplaudimos enardecidos, lo mismo que si el campeón lo hubiéramos tenido
delante. Los bares y cafeterías anunciaban con grandes caracteres la victoria
del pelotari y grupos de niños, entre cohetes y chupinazos que inundaban el
pueblo, recorrían las calles, entonando como un alegre cale-jira, la canción
del Alirón.
Por la tarde, cursaron
instrucciones para recibir al campeón, fijándose la hora a las ocho en el sitio
denominado El Portal, punto estratégico y corazón del pueblo. Media hora antes
de la fijada, una masa humana desbordaba el citado lugar y calles adyacentes,
quedándose el resto del pueblo
completamente desierto. Deberes ineludibles me obligaron a permanecer en casa.
Me asomé al balcón. Bajo el sol ya en su ocaso, contemplé mi calle triste,
silenciosa, solitaria… Mi calle (situada junto a la parroquia) mudo testigo de
tantos y tantos acontecimientos nupciales, donde la gente, por las calles que
desembocan, acude a torrentes a contemplar a la novia bonita … Y también el
lugar en que, tras el responso funerario, nosotras las mujeres, muchas veces
entre sollozos dedicamos el último adiós a los seres queridos que se van…
Pedro "Laso" argazkilariaren eta bere izeba Frantziskaren artean |
Todos hermanados sin
distinción de clases, esperábamos ansiosos la llegada del campeón. Enjambres de
chiquillos se apiñaban en disputa para adquirir las mercancías de los
carameleros, barquilleros y heladeros que estaban haciendo “su agosto”. Dos
reclutas que llegan de permiso piropean sin medida a las pocas niñeras que nos
quedan en el pueblo. Hay alegría y hay humor. Los “chachos del pavo” consultan
dos y tres veces su reloj cronometrado que les anuncia la hora de la cita, indicando
que ellas terminaron ya con los últimos detalles del tocado.
Las autoridades civiles y
eclesiásticas, presididas por don Julio Otaduy y Riviere y el virtuoso párroco
don José Luis Iñarra, se adelantaron para recibirle efusivamente. Nuestra
excelente banda municipal y la de txistularis se sumaron al entusiasta
recibimiento. Dos niñas vestidas con el traje típico regional esperan para
ofrecerle un precioso ramo de flores. Quise adentrarme, pero materialmente era
imposible, pues había lucha para conseguir los primeros puestos. Al fin pude
situarme en un lugar que abarcaba una visión de varios metros de terreno, de
donde ya pude apreciar la entrada triunfal de Arriarán II. Era portador de un
magnífico trofeo de plata y de la clásica y codiciada “chapela”.
La gente al verle
prorrumpió en alegres vivas, batiendo al aire las palmas. ¡No cabía duda de que
todo el mundo vivía el triunfo de nuestro Joshe! Las “echecoandres” chapadas a
la antigua y embutidas en sus trajes domingueros, dedicaban un caluroso aplauso
al campeón que se dirige al Ayuntamiento. Una riada de vehículos se internaron
por nuestras calles. Desde las lujosas carrocerías de líneas elegantes hasta
las más impertinentes motos. Era tal la aglomeración, que pasaban los coches
casi-casi rozándonos. Chicos y grandes cruzamos las calles a placer, sin la
disciplina ciudadana de las franjas amarillas.
Udaletxeko balkoian, ondoan Ignazio Letona "Txato Columnas" |
En la plaza, amenizada por
la banda de música y txistularis, se formó una alegre y enorme romería. Los
enamorados se distanciaron de aquella Babel que les impedía dar la emoción
deseada a sus promesas de amor. La fiesta duró hasta altas hora de la noche.
Eran más de las dos de la madrugada cuando sociedades y “peñas” cerraron sus
puertas para el descanso. Mondragón vivió una de las jornadas más gloriosas de
su vida deportiva.
Cuando todo el pueblo
parecía descansar, un leve rumor me despertó. Me levanté por curiosidad y corrí
los visillos. Era el último vecino “somnoliento” que, aunque con sus sentidos
en derrota, demostraba su amor al choco y a su gran pelotari, diciendo:
“¡Arriarán campeoooón… Siempre!”
(1)
Data gaizki
dago, finala 1955eko maiatzaren 15ean izan baitzen
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